viernes, 20 de julio de 2007

Quizás ellos también se lo merezcan


En la tarde de hoy, el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, entregó a los familiares de Rocío Jurado la Medalla al Merito en el trabajo que le fue concedido en vida a la artista chipionera.

Como contrapunto, este texto que ahora escribo quiere ser un verdadero homenaje del merito en el trabajo a miles de personas que se levantan cada mañana con el único deber y obligación de trabajar.

A las limpiadoras de colegios, casas, oficinas, edificios oficiales…Con ellas comienzo este reconocimiento particular.

A todos los mineros que pasan horas sin ver la luz del sol, sin descansar, sin respirar aire fresco. Gracias por la energía que nos proporcionáis.

A los médicos que hacen guardias eternas para asegurarnos tranquilidad y ayuda en caso de necesidad. Largas jornadas a cambio de vidas salvadas, completamente admirable.

A las prostitutas que encuentran en esa su única subsistencia, voluntaria o no, para salir adelante. Curiosa hipocresía que las mantiene y las maltrata a la vez.

A todos los familiares de enfermos que abandonando sus puestos de trabajo se dedican en cuerpo y alma a sus seres más queridos. Todo un ejemplo a seguir, enhorabuena por vuestra decisión.

A los trabajadores de la construcción que con sus largas jornadas de sol y las pocas de descanso son la base de una situación especulativa insostenible. Por su esfuerzo, sus riesgos y la dureza del ladrillo, se merecen no ser olvidados.

A las mujeres del Este que dejan sus hijos, su marido y su vida, a miles de kilómetros por mares de plásticos en las costas mediterráneas. A todas ellas, por su valentía, una mención especial.

A todos los menores que no encentran más opción que violar la declaración de los derechos del niño para sobrevivir. Por ellos pido, una llamada de auxilio.

A los supervivientes de El Estrecho que hacen de las plazas su hogar y de los paseos su lugar de trabajo. Por su manta, sus relojes y sus películas regrabadas. Para recordar que su trabajo nunca termina y a su casa nunca llegan, les presento el más solemne discurso de inmensa admiración.

Científicos, marineros, camioneros, profesores, barrenderos, panaderos, trabajadoras sociales…una lista interminable. A todos ellos mi homenaje, mi respeto y mi más profundo reconocimiento particular.

Y en cuanto al gobierno, y como ciudadana, exijo más coherencia en la elección de homenajes y homenajeados y en la selección de premios y premiados. Los ministerios a hacer mención de quien más se lo merece que para los famosos, ya existen academias de arte, premios y festivales varios. ¿O es que este año otorgarán el Grammy a algún obrero explotado?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero que no!!que hacer exclusivas para la "hola" da un curro de putamadre, y que decir de los conciertos matadores, y los programas de tv...joo debe ser agotador!!
que no, tout à fait d'accord avec toi, sonia!no hay q confundir churras con merinas!!