viernes, 15 de junio de 2007

Feliz cumpleaños ruteros

Este Post va destinado a todos los que hace hoy 6 años comenzaron conmigo un viaje apasionante. Hablo de la Ruta Quetzal en su expedición de Perú y Ecuador, de la cual formé parte hace unos años y a la que debo, en gran medida, mi personalidad y forma de ser y es que al igual que en gran en hermano puedo decir que la ruta me cambió la vida.

Para los que no lo conozcais os invito a pasear por www.rutaquetzal.com De hecho os voy a pegar aquí abajo una crónica que me publicaron durante la ruta, sé que no está bien escrita pero entonces tenía yo 17 añitos ;)

"Iba yo pensando en el bus, entre frenazo y frenazo la cantidad de novedades que la Ruta ha aportado a nuestra vida.
Si lo miramos objetivamente, sólo somos seres humanos de 16-17 años que nos adaptamos en poco tiempo a un medio de vida completamente distintos al que estamos acostumbrados, lo cual produce cambios físicos y psíquicos muy grandes en las personas. De lo "físico" creo que no hace falta hablar: la piel torna su color a tostado, las ojeras aparecen de vez en cuando, tras cortas noches de descanso y los más desafortunados pueden comprobar lo doloroso y molesto que llega a ser un dolor de estómago. Pero las cosas cambian a la hora de describir cada una de las "variaciones psíquicas" de una persona durante este viaje.
En tan solo mes y medio se pueden sentir infinidad de sensaciones, emociones o estados de ánimo distintos que originan en los individuos inquietudes inesperadas. El primer día, y tras pasar veinticuatro horas con nervios e incertidumbre, la llegada e instalación del campamento, y por qué no decirlo conocer a los fantásticos ruteros/as con los que te ha tocado, logra el que te alegres por cada segundo que pasaste haciendo tu trabajo.
Con el paso del tiempo, todo va mejorando por momentos y te sientes mejor y mejor según los días pasan. Esto lo consigues si disfrutas cada instante con gran intensidad: todo se hace nuevo para los ruteros, lugares, personas, comidas, costumbres. El buen ambiente del grupo hace que apenas eches en falta tu casa y las compañeras/os se convierten en "tu nueva familia". A veces llegas a creerte dentro de un cuento de hadas.
Pero, la perfección no existe, aquí comienzan a aflorar los primeros inconvenientes. Aunque en la primera etapa antes descrita se puede ver el ato grado de compañerismo por parte de todos los expedicionarios, creo que es importante no olvidar que dada joven tenía una vida antes de llegar aquí, una educación, una forma de ser y unos ideales propios. Todo ello hace que los pequeños detalles que los primeros días nos resultaban graciosos se convierten en la mayoría de los casos en origen de discusiones, pequeños enfrentamientos y malestar entre compañeros.
Mientras los paisajes de nuestro alrededor siguen cambiando diariamente, los ruteros seguimos siendo nosotros (es muy bueno alegrarse por ello) y a pesar de los "encontronazos" entre expedicionarios, la falta de contacto con los nuestros, las actividades en grupo, las ganas de vivir a tope o el interés por conocer más sobre los "extraño que nos rodea" hace que nos unamos más y más.
Pero ahí va algo importante: aunque nos gustaría ser amigos de los 350 expedicionarios, la casualidad o quizá la mala suerte hace que se creen grupos de amigos, lo cual hace que nos de "miedo" entrar a platicar con ellos porque siempre pensamos que ya tienen el conjunto de amigos hecho y que sólo encajamos con los de nuestro grupo. Ya llegamos a finales de la Ruta y la situación "psicológica" no puede ser más desconcertante. Respeto a los amigos, los "grupos" están cada vez más marcados y las diferencias también.
Cada rutero guarda en su interior palabras tales como "echar de menos", "recuerdos", "calendario", "un poquito de tristeza" y porque no "satisfacción".
Para terminar, quiero destacar el trabajo de los monitores, que aunque es cierto que "a veces cuando lo necesitas, no los encuentras y, cuando no los quieres encontrar los ves", hacen una labor super-importante en la Ruta que es, además de mandar, darnos buenas y malas noticias o gritar, el transmitir una tranquilidad no buscada, aunque necesaria.

Sonia de Castro 17 años, Valladolid "

1 comentario:

Jonás dijo...

Había leído como título:

Feliz cumpleaños puteros!

En fin, huelga cualquier comentario...